domingo, 14 de noviembre de 2010

Informe que sobre la situación de Asturias eleva al Gobierno de la República el "Gobiernín" de Belarmino Tomás

(La amabilidad del nieto del Capitán Ramón Constantino García Menéndez, de Labayos, muerto en combate el 7 de octubre de 1937 en el Puerto Tarna, nos permite disponer de este documento- conocido en los ámbitos académicos, pero poco entre la población asturiana- y situarlo en su contexto histórico. Hay que subrayar que los milicianos, que combatían en las trincheras el avance de las tropas fascistas, desconocían la desmoralización de quienes eran sus gobernantes)




La situación que describe el Consejo de Gobierno de Asturias y León es absolutamente caótica, desesperada, presos de la desmoralización y de la incuria militar y política en la que se hallaban desde el mismo día de la sublevación militar fascista, cuando teniendo a Aranda en el Gobierno Civil no le descerrajaron un tiro a él y a su asistente (tal como cuenta Ambóu en sus memorias, que propuso uno de los comunistas allí reunidos y a quien el propio Ambóu convenció en un aparte de pasillo para que no lo hiciera. Craso error). A partir de aquí error sobre error, tanto político como militar, permitiendo que se conformaran reinos de taifas en la producción, en la Administración del Frente Popular, y hasta en el propio frente de combate. Trece meses pasaron desde la reunión en el Gobierno Civil donde Aranda era un republicano de pura cepa y “leal a la República” (había gritado Indalecio Prieto desde Madrid). Los asturianos fueron a defender Euskadi y allí cayeron las mejores unidades y los más cualificados milicianos, siendo traicionados por un PNV que pactó en Santoña una rendición inicua y vergonzosa. Salieron de Santander hacia Asturias después de realizar operaciones militares que retrasaron el avance hacia Asturias. El 1 de septiembre los fascistas cruzan la frontera de Asturias por Unquera. Y el 3 –dos días después- el Consejo Interprovincial  de Asturias y León llama desesperadamente al Gobierno de la República. Asturias había contenido el avance por los puertos del sur, los errores militares del Gobierno de Asturias –obsesionados con Oviedo y Aranda que se había reído de ellos-  permiten la entrada de las columnas fascistas procedentes de Galicia, y en el mar…¿y en el mar?. ¿Quién era ministro de Marina en plena guerra? Indalecio Prieto. Los barcos fascistas (“El Cervera”) permanentemente bloqueando la costa asturiana, cañoneando a placer las posiciones durante la batalla del Mazucu y Peñas Blancas –donde se batieron los alleranos del Batallón de Silvino Morán cuatro días sin tregua alguna desde el 20 al 24 de septiembre-, con un submarino en el puerto de Gijón que no movió máquinas, con desertores a mansalva, y con un Estado Mayor dirigido primero por Ulibarri que fue de derrota en derrota, y en agosto sustituido por el Coronel Prada. Aunque no cambió mucho después porque el avance de las tropas fascistas -con la aviación alemana- era imparable, el hecho de que uno de los mejores capitanes fuera Ciutat –comunista- supuso una mayor disciplina militar y detener a los fascistas durante 51 días, cuando ya creían que Asturias –aislada por completo- estaba en ya en sus manos. Durante estos días de combate cayeron miles de milicianos asturianos defendiendo sus posiciones, mientras el Gobiernín ya estaba pensando en largarse a toda prisa. Como así lo hicieron.

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