martes, 15 de noviembre de 2011

Silvino Morán: el ultimo combate en el Rasón

El 26 de noviembre de 1937 Silvino Morán, su mujer Asunción Rodríguez Pulgar y su hermana Elvira, Angel "el de Misiegos" y su hijo Dionisio (de 17 años de edad), y un miliciano llamado Delfino, se encaminaron hacia el Rasón. Allí cayó la tarde y la niebla, y se refugiaron en una cabaña para pasar la noche. A las 6 de la mañana comenzaron combates en la zona del Picu Esturbín. Estaba de guardia a esa hora Delfino (se desconocen más datos sobre este miliciano). La cabaña fue rodeada por militares acompañados de cuatro falangistas de Santibáñez de Murias que fueron los que indicaron el lugar en el que se encontraban. El camino desde Santibáñez de Murias hasta el Rasón no es fácil, y es aún más difícil dar con el lugar donde se econtraban si no es porque los falangistas conocían perfectamente el camino. La cabaña se encuentra en un descampado, y permite que fuera rodeada fácilmente por las tropas fascistas.
 A esa hora, seis de la mañana, rodeados como estaban, Delfino decide marchar sin que le diera tiempo a avisar a los que se encontraban durmiendo en la cabaña. A Silvino y sus compañeros los sorprenden las ráfagas de disparos que descargan sobre la cabaña, y las bombas que entran por las tres ventanas. Silvino  tiene un fusil ametrallador y defiende su posición hasta que una bala fortuita le atraviesa la cabeza y cae muerto fulminantemente. La mujeres, Asunción y Elvira se encargan de arrojar fuera las bombas que entran por las ventanas. Angel y Dionisio mueren acribillados. Asunción -embarazada- es herida, y de igual modo  Elvira.
Una vez dominada la situación sacan el cadáver de Silvino, fuera de la cabaña. Alli le dejan durante un tiempo. También sacan a las mujeres heridas. A Angel y su hijo Dionisio los dejan muertos dentro de la cabaña. Los falangistas proponen que se las remate allí mismo. Los militares -algunos de ellos profesionales- impiden que se cometa esa fechoría. Buscan una carreña para encajar en ella a Silvino Morán y bajarlo de este modo hasta Moreda, donde su cuerpo será expuesto en el Casino para solaz de los fascistas de Moreda y otros pueblos. A Asunción y Elvira, heridas gravemente, las bajan en caballerías. Según van pasando por los pueblos, desde Santibáñez de Murias a Moreda, en todos ellos, salen las mujeres a insultarlas y escupirlas. Hay que decir que esta actitud del populacho repugna al oficial militar que se encontraba al frente del operativo, quien no se recata en llamarles la atención y recriminarles su vileza (recuerdos de Asunción R. Pulgar).
Los cadáveres de Angel y Dionisio quedaron sin enterrar en la cabaña durante varios días. Ordenan que los entierren gentes de Santibáñez de Murias -no falangistas, por supuesto-, y cuando entraron en la cabaña no podían soportar el olor putrefacto de los cadáveres. Los llevaron a un carrascal que hay a 300 metros del cabaña, y aún allí está su tumba. Fueron entrerrados fuera de la finca, en camino público.
Silvino Morán después de la vileza que supuso su exposición en el Casino de Moreda, como si se tratara de un trofeo de caza, fue enterrado en el cementerio de Moreda, donde se puede visitar su tumba.
Asunción y Elvira presas en Saturrarán. Angel y Dionisio en el Rasón. De Delfino nunca más se supo, pues los datos que poseemos apuntan a un Delfino que fue detenido una semana después y encarcelado, perdiendo toda pista sobre su destino. Hay quienes apuntan a Delfino Suárez de Piñeres, Teniente del Batallón, pero este no fue detenido en ningún momento, y sin embargo sí fue asesinado en septiembre de 1938 en León junto con Argentina Trapiello (la "roja de la Majadica", lugar donde la asesinaron).

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